Cambio de timón en Francia. Los electores han elegido un presidente socialista, François Hollande, quien en su primera intervención pública ha dicho conocer las "exigencias" de su nuevo cargo y ha expresado su intención de dar una dimensión de crecimiento y de empleo a la construcción europea.
Hollande se ha proclamado vencedor en la segunda ronda de las elecciones, según los primeros sondeos difundidos al cierre de las urnas. El líder socialista ha logrado el 51,7% de los sufragios con el escrutinio al 99%. Su rival, el presidente saliente Nicolas Sarkozy que ha logrado un 48,3% de los votos.
Los sondeos acertaron en sus predicciones y dieron desde primera hora de la tarde del domingo una horquilla entre el 51 y el 52% al vencedor de la noche. Al perdedor lo situaban en un 48% con una diferencia de décimas, según la empresa demoscópica.
Hollande se convierte a los 57 años en el séptimo presidente de la Quinta República, el primero de izquierdas desde su admirado Mitterrand (1981-1995) y permanecerá cinco años a la cabeza de laquinta potencia económica mundial.
La izquierda vuelve así al poder 17 años después de la marcha del llorado François Mitterrand y recupera el Eliseo en unos comicios que han estado muy marcados por la mayor crisis económica y social del último medio siglo y en los que la abstención se ha situado, a falta de los ajustes de cifras, en un 19,5%.
Quien será investido como presidente ha afirmado que los franceses "han votado por el cambio" y que siente "orgullo, dignidad y responsabilidad". Aclamado por los suyos en su primera comparecencia pública, en Tulle, se ha comprometido a servir a su país "con la ejemplaridad y la dedicación que requiere esta función".
Desde su feudo electoral ha dicho ser consciente de que "Europa nos mira" y ha afirmado estar "seguro de que en muchos países europeos (su victoria) ha sido un alivio, una esperanza" porque "la austeridad no podía ser una fatalidad".
Hollande, que durante toda su campaña reiteró su intención de reformar el tratado europeo negociado a finales del pasado año y firmado a comienzos de marzo para añadir medidas en favor de la reactivación económica y a ese respecto se ha mostrado convencido de que la jornada de hoy "debe ser un nuevo punto de partida para Europa".
"No somos un país cualquiera del planeta, somos Francia. Y como presidente de la República me corresponderá llevar las aspiraciones que siempre han sido del pueblo de Francia: la paz, la libertad, la responsabilidad", afirmó desde la ciudad de Tulle, desde donde viajó a medianoche a París para darse un baño de masas en la plaza de la Bastilla, que a medianoche era el epicentro de la victoria socialista.
"Os lo agradezco, pueblo de Francia, por haberme permitido convertirme en presidente de la República", arengó Hollande entre gritos al inicio de su multitudinario discurso en la plaza parisina. El presidente electo mostró su "orgullo" de poder celebrar la victoria en el mismo lugar en el que, hace 31 años, miles de franceses se felicitaban por la victoria François Mitterrand, a la sazón mentor político del 'candidato normal' y "sucesor" de Miterrand, hasta ahora el único socialista que había ocupado el Eliseo en la Quinta Republica.
Al margen de los agradecimientos de rigor, el nuevo presidente también ha leído su victoria en clave europea y ha declarado que "hay otros pueblos que quieren acabar con la austeridad y nos miran". Hollande también ha pronosticado que "el cambio tiene que llegar a otros pueblos de Europa".
El gobierno de Alemania ha sido uno de los primeros en comprometerse a mantener una "estrecha colaboración" con Hollande para atajar la crisis de la zona euro, desde la doble perspectiva del pacto fiscal y también del crecimiento económico.
FUENTE: elmundo.es
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