Hoy martes, un terremoto causó al menos 15 muertos en el norte de Italia, dañando edificios y propagando el pánico entre miles de residentes que aún se alojan en tiendas de campaña después de que otro movimiento telúrico destruyera sus viviendas hace poco más de una semana.
Altos cargos dijeron que varias personas se encuentran atrapadas bajo los escombros de casas y almacenes en la región de Emilia-Romagna, donde varios edificios y talleres habían reabierto hace poco tras el terremoto del 20 de mayo.
El terremoto de magnitud 5,8 se sintió en todo el norte y centro de Italia, incluyendo Milán, la ciudad más poblada del norte del país. El área fue afectada por varias réplicas fuertes, una de 5,6 de magnitud.
Responsables de Protección Civil dijeron que se ha confirmado el fallecimiento de 15 personas. Siete personas perdieron la vida por otro seísmo el 20 de mayo que, como el del martes, tuvo su epicentro no lejos de la ciudad de Módena.
La televisión italiana mostró edificios remeciéndose y cayendo, ambulancias desplazándose rápidamente entre ciudades y equipos de rescate luchando por retirar escombros.
Talleres y fábricas en las afueras de Cavezzo, una aldea a unos 30 kilómetros de Módena, sufrieron daños considerables, dijo un reportero de Reuters.
El fabricante de automóviles deportivos Ferrari y la empresa de motos Ducati cerraron sus plantas en la región por motivos de seguridad.
"La situación es de gran temor e incertidumbre", dijo Salvatores Iannizzotto, jefe provincial de la policía de Módena.
"La población se estaba relajando y volviendo a sus casas. Ahora han vuelto a salir de sus hogares", añadió.
El movimiento telúrico fue el más mortal en Italia desde el 2009, cuando un temblor destruyó parcialmente la ciudad central de L'Aquila, donde fallecieron alrededor de 300 personas y miles quedaron sin casa.
BAJO LOS ESCOMBROS
Emilia-Romagna, famosa por su jamón serrano y queso parmesano, está en medio de la llanura de Po, considerada tradicionalmente más seguras que otras áreas de la Italia sísmica.
Varios edificios históricos, algunos afectados por el terremoto anterior, sufrieron más daños.
En el pueblo de San Felice sul Panaro, a alrededor de 30 kilómetros de Módena, tres trabajadores murieron aplastados en un almacén.
"La situación es muy grave, algunas personas quedaron atrapadas bajo los escombros", dijo Alberto Silvestri, alcalde de San Felice sul Panaro, a la cadena de televisión SkyTG24.
El primer ministro, Mario Monti, intentó tranquilizar a la población a través de una conferencia de prensa.
"Quiero asegurar a todo el mundo que el Estado hará todo lo posible, tan rápido como pueda, para garantizar la vuelta a la normalidad en una región tan especial, tan importante, tan productiva para Italia", sostuvo.
El terremoto podría dañar aún más a la economía italiana, ya gravemente afectada por la recesión. Los agricultores ya habían estimado en más de 200 millones de euros los daños del terremoto anterior en una de las zonas más fértiles de Italia.
Las autoridades dijeron el martes que las operaciones para rescatar a personas de entre los escombros se habían visto dificultadas por la interrupción de la red de telefonía móvil.
"La localidad ha quedado muy afectada. Hay personas bajo los escombros, no sabemos cuántos", dijo un oficial de policía de Cavezzo a Reuters.
Los servicios ferroviarios alrededor de Bolonia, cerca de Módena, quedaron interrumpidos, dijeron los medios, y los colegios y otros centros públicos fueron evacuados, incluyendo los de Florencia, al sur.
La oficina del presidente de Francia François Hollande dijo que el país está listo para proveer a Italia de expertos o ayuda logística en caso de que sea necesario.
Un seísmo de 3,8 de magnitud también se sintió en Bulgaria occidental el martes, pero no dejó víctimas mortales ni provocó daños serios, dijo el Instituto Geofísico Nacional.
El movimiento telúrico tuvo su epicentro cerca de Pernik, remeciendo edificios y haciendo que los residentes salieran a las calles.
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